Dislexia

¿Qué es la dislexia?

La dislexia es un trastorno específico del aprendizaje de la lectura de base neurobiológica, que afecta a la decodificación fonológica (exactitud lectora) y/o al reconocimiento de palabras (fluidez y velocidad lectora) interfiriendo, de esta manera, en la ortografía, en la escritura o en la interpretación y comprensión de la información textual. No va asociado a discapacidad sensorial, física, motora o intelectual ni a falta de oportunidades para el aprendizaje o factores socioculturales.

¿A qué edad se puede detectar?

Aunque se pueden detectar indicios desde que el niño comienza a adquirir a la lectura, según el manual DSM-5, para poder emitir un diagnóstico de dislexia no sólo se deben observar dificultades de lectoescritura, sino que además estas deben mantenerse después de seis meses de intervención, y descartar otras posibles causas.

Debido a esto y al hecho de que el ritmo de desarrollo madurativo varía mucho de niño a niño, en la práctica, no se suele emitir un diagnóstico de dislexia antes de los siete años.

¿Cuáles son los síntomas que caracterizan a la dislexia?

Según el CIE-10, los disléxicos manifiestan de forma característica dificultades para recitar el alfabeto, denominar letras, realizar rimas simples y para analizar o clasificar los sonidos. Además, la lectura se caracteriza por las omisiones, sustituciones, distorsiones, inversiones o adicciones, lentitud, vacilaciones, problemas de seguimiento visual y déficit en la comprensión.

La dislexia dificulta el aprendizaje de la lectoescritura y evidencia alteraciones en los procesos del lenguaje, de acceso al léxico, de memoria, comprensión y razonamiento. Se ve afectada además la lateralidad, percepción y motricidad.

Cabe destacar que no siempre se presentan la totalidad de los síntomas. Hemos de tener en cuenta de que cada caso es único , por lo que debemos de trabajar siempre desde la atención individualizada y desde las necesidades que presente el alumnado.

¿Cómo se enfoca la intervención desde el Centro?

A pesar de que la atención al alumnado es siempre individualizada y adaptada a las características y necesidades de cada uno de ellos, podemos señalar las siguientes líneas generales de intervención:

  • Desarrollo de la conciencia fonológica.
  • Entrenamiento de las rutas de acceso al léxico.
  • Entrenamiento de la precisión, fluidez y velocidad lectora.
  • Desarrollo de estrategias metacognitivas para la comprensión de textos.
  • Desarrollo del esquema corporal, percepción espacial y dominio de la lateralidad.
  • Ejercitación de actividad mental con actividades de atención y memoria.

Además, se llevan a cabo las siguientes actividades:

  • Programa de estimulación del lenguaje oral en Educación Infantil, lo que posibilita una detección temprana de alteraciones lingüísticas.
  • Talleres de lectoescritura en 1º y 2º de Educación Primaria, que además de reforzar las habilidades básicas, permiten detectar dificultades persistentes.